martes, 30 de julio de 2013

USO EFICIENTE DEL AGUA EN EL PROCESO PRODUCTIVO

Este no es el año, pero otros veranos hemos sufrido grandes problemas de sequía. El agua se ha  
transformado en un bien escaso y su uso representa un coste elevado con tendencia a aumentar y por tanto se hace necesaria su gestión.

Existen una serie de medidas para conseguir un uso adecuado del agua en el marco de las actividades empresariales. Es necesario seguir una serie de pautas que ayudarán a conservar este escaso recurso y a la vez supondrán un ahorro económico en la empresa.

Existen dos vías que pueden ser aplicadas de forma conjunta para disminuir el impacto negativo de las actividades industriales:  

- una mediante la introducción de una tecnología más limpia y menos contaminante, que disminuya la cantidad de agua necesaria o que permita su reutilización y/o depuración. Por su elevado coste económico, algunas empresas no pueden instalar.

- y otra a través de la implantación de buenas prácticas ambientales de fácil acceso y aplicación por parte de todo tipo de empresas y que ayudarían a reducir el impacto de los procesos y actividades.

En este post hablaremos de la primera vía. En sucesivos podemos comentar las buenas prácticas, que también deberían formar parte de programas de Educación Ambiental.


USO EFICIENTE DEL AGUA EN EL PROCESO PRODUCTIVO

El número y la variedad de los procesos productivos existentes hacen imprescindible una evaluación y adecuación delas mejoras a las necesidades de cada empresa.

DIAGRAMA DE FLUJO
Ante todo y fundamental es el conocimiento exhaustivo del uso del agua, totalmente especificado en caudales y calidades usados, perdidas y cargas contaminantes producidas por procesos de producción, de acondicionamiento y de depuración, así como caudales y calidades de recirculación y reutilización. Una de las maneras más gráficas es disponerlo en forma de diagrama. Conocida la situación a través del diagrama, este nos puede ayudar para definir las actuaciones.


DETERMINACIÓN DE USOS ESPECÍFICOS
Conocer las necesidades reales del proceso tanto de caudales como de calidades nos permite emprender acciones que en lleven a una reducción de caudales, además de apreciar problemas debidos al uso del agua tanto en el proceso como en el producto final.

Conocer el destino y necesidades del agua ayuda a gestionar su uso y tratamiento.


REVISIÓN DE LA TECNOLOGÍA DE FABRICACIÓN
Esta actividad puede contemplar:

- Reducción de las cantidades de agua.
- Reducción de la contaminación.
- Reducción de las exigencias de calidad.

Como consecuencia podemos tener de forma individual o combinada, una reducción en el coste de suministro, de acondicionamiento y de contaminación. Es una de las propuestas más difíciles de plantear en las empresas, ya que existe una elevada inercia a los cambios, sobre todo en procesos.

Mejoras técnicas disponibles permiten reducir el consumo

RECIRCULACIÓN DE BAÑOS
Permite un ahorro elevado de agua y de productos, puede ser importante en aguas de lavado entre operación y operación, ya que son relativamente limpias y con reactivos no agotados.


SEGREGACIÓN DE LOS EFLUENTES A TRATAR

No todos los efluentes tienen el mismo grado de contaminación, normalmente elevados grados de contaminación los presentan caudales pequeños y muy concretos. Por ello, la segregación contribuirá a lal disminución en los volúmenes de agua a tratar y mayor rendimiento de depuración.


Al igual que hacemos con los residuos sólidos, podemos separar las diferentes corrientes de aguas de proceso para su gestión y tratamiento separados.

REUTILIZACIÓN DE EFLUENTES DEPURADOS
Una buena depuración permite en ciertos casos el aprovechamiento de las aguas de vertido, con una buena desinfección podemos usarlas en procesos de remojo.

La osmosis inversa proporciona un agua pura que puede volver a ser utilizada sin riesgos.
Aplicando estas medidas en el grado que sea posible alcanzaremos una mejor gestión que gestión permitirá reducir el consumo, y por tanto depender menos de suministros externos. 

Una menor dependencia del consumo de agua permite ser competitivo en momentos de escasez respecto a otras industrias del sector, tanto en costes como en capacidad de producción.

Y además si la calidad del producto está relacionada con la calidad del agua, una buena gestión permitirá adecuar calidad de agua y producto, y por tanto asegurar la calidad.