Hoy en día, a estas
alturas, en 2012, en una sociedad avanzada mental y tecnológicamente, se dan
unas carencias imperdonables, sobre de las que la Comunidad Internacional
debería hacer más al respecto.
El problema de
acceso al agua no debería existir, es un bien básico para la vida y que todo el
mundo debería poder disfrutar. Pero siempre hay desigualdades… Y de esta
manera, porque los organismos internacionales lo permiten, la mitad de los
habitantes de los países en vías de desarrollo sufren problemas de salud
provocados por unos deficientes servicios de agua y saneamiento. Juntos, el
agua sucia y un saneamiento deficiente son la segunda mayor causa de muerte
infantil en el mundo.
Reconocer
formalmente un derecho humano al agua y expresar la voluntad de dar contenido y
hacer efectivo dicho derecho, puede ser una manera de estimular a la comunidad
internacional y a los gobiernos para que redoblen sus esfuerzos para satisfacer
las necesidades humanas básicas y para la consecución de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio.
Por eso ecologistas
en acción tiene en marcha una campaña de recogida de firmas para impulsar estas
acciones, estas resoluciones, porque ¡El agua no es un bien comercial, es un
bien público!
Además el acceso al agua debe ser:
Suficiente. El abastecimiento de agua por persona
debe ser suficiente y continuo para el uso personal y doméstico. Estos usos
incluyen de forma general el agua de beber, el saneamiento personal, el agua
para realizar la colada, la preparación de alimentos, la limpieza del hogar y
la higiene personal. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS),
son necesarios entre 50 y 100 litros de agua por persona y día
para garantizar que se cubren las necesidades más básicas y surgen pocas
preocupaciones en materia de salud.
Saludable. El agua necesaria, tanto para el uso personal
como doméstico, debe ser saludable; es decir, libre de microorganismos,
sustancias químicas y peligros radiológicos que constituyan una amenaza para la
salud humana. Las medidas de seguridad del agua potable vienen normalmente
definidas por estándares nacionales y/o locales de calidad del agua de boca.
Las Guías para la calidad del agua potable de la Organización Mundial
de la Salud (OMS) proporcionan la bases para el desarrollo de
estándares nacionales que, implementadas adecuadamente, garantizarán la
salubridad del agua potable.
Aceptable. El agua ha de presentar un color, olor y
sabor aceptables para ambos usos, personal y doméstico. Todas las instalaciones
y servicios de agua deben ser culturalmente apropiados y
sensibles al género, al ciclo de la vida y a las
exigencias de privacidad.
Físicamente
accesible. Todo el mundo
tiene derecho a unos servicios de agua y saneamiento accesibles físicamente
dentro o situados en la inmediata cercanía del hogar, de las instituciones
académicas, en el lugar de trabajo o las instituciones de salud. De acuerdo con
la OMS, la fuente de agua debe encontrarse a menos de 1.000 metros del
hogar y el tiempo de desplazamiento para la recogida no debería superar
los 30 minutos.
Asequible. El agua y los servicios e instalaciones de
acceso al agua deben ser asequibles para todos. El Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) sugiere que el coste del agua no debería
superar el 3% de los ingresos del hogar.
Yo ya he firmado, tú
no te lo pienses!
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